El experto ha destacado, durante la VII Jornada Científica, que los menús de los centros escolares están mejorando mucho. En ese sentido, ha destacado que el ámbito educativo está altamente concienciado para tratar de evitar este problema, ya que los últimos datos del Ministerio de Sanidad señalan que el 41,3% de los niños españoles de 6 a 9 años presenta exceso de peso.

Junto a la adaptación de los menús escolares también se está trabajando en reducir la presencia de máquinas expendedoras, al tiempo que "cada vez son más los profesores que prohíben llevar chucherías para los cumpleaños y estimulan llevar pasteles caseros fruta".

"Las escuelas nos están ayudando mucho, hay que confiar en el educador en la escuela, y también en el educador en las consultas externas, que es el pediatra", ha señalado Armario, que no obstante considera que esto no debe eximir a las familias de esta responsabilidad.

"Existen niños sedentarios y esto es muy preocupante", ha alertado. Asimismo, también celebra los avances que se han conseguido para reducir la cantidad de sal en el pan que también se empieza a hacer en las patatas fritas o en los 'snacks', gracias a acuerdos con la industria. De igual modo, en algunas comunidades como Cataluña se han aumentado los impuestos a bebidas azucaradas.

El coordinador del CEIPC considera que España todavía está a tiempo de corregir este problema y otros ya que, de lo contrario, a largo plazo se reflejará en un aumento de las enfermedades cardiovasculares como la diabetes, hipertensión arterial y colesterol elevado. Además, Armario también ha destacado la necesidad de mantener hábitos de vida saludables en edad adulta y conseguir que la presión arterial esté por debajo de 120/80, el índice de masa corporal (IMC) no baje de 25, la glucemia por debajo de 100 miligramos y los niveles de colesterol por debajo de 200 miligramos.

La clave, según este experto, es ofrecer un abordaje multidisciplinar tanto para la prevención como el tratamiento de los pacientes cuando se detecta algunos de estos factores de riesgo, para garantizar el seguimiento de estos pacientes y su adherencia terapéutica, que actualmente es "mala".

Durante el encuentro, además, también se han dado a conocer la adaptación de las guías europeas de prevención cardiovascular, que se editan cada 4 años, tras la última actualización de 2016. "La clave es no tener 15 guías diferentes sino dar un mensaje global de que todos los profesionales sanitarios debemos estar implicados en la prevención", según ha sentenciado.