El decálogo recoge consejos, trucos y recetas para que los niños puedan disfrutar de bebidas y de alimentos sanos y al mismo tiempo para que los padres y madres restrinjan a sus hijos la ingesta de alimentos superfluos que no conviene consumir en exceso.

El documento recomienda, entre otras cosas, que los pequeños tomen frutas y verduras frescas de temporada, previamente lavadas, ofrecer propuestas "atractivas y originales", ya sean saladas (coca de recapte, tanto dulces como saladas.

En cuanto a las bebidas para los niños en celebraciones de final de curso, logros deportivos o cumpleaños, el decálogo recomienda usar agua, leche, zumos de fruta naturales o batidos.

En la elaboración del pastel, aconsejan elegir ingredientes más saludables, como aceite en lugar de mantequilla, y que contenga menos azúcar. 

El documento también incluye un apartado destinado a la higiene y las normas de seguridad alimentaria como aspectos relevantes a la hora de preparar alimentos para niños.
Esta recopilación de recomendaciones pretende, también, aumentar el bajo consumo de frutas y verduras y reducir el ocio sedentario y la elevada ingesta de alimentos ricos en azúcares, grasas y sal, factores que se asocian a la obesidad infantil.