Con el fin de tener unas navidades "felices y seguras" desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) se aconseja informar a la persona encargada de hacer la comida sobre las alergias alimentarias de los niños; leer los etiquetados de los productos para saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos o con nombres técnicos; y cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados.

La alergia alimentaria infantil al pescado se sitúa en el 12,6% y al marisco en el 7,4%. Por otro lado, la alergia a los frutos secos y al marisco es más frecuente en niños mayores de 14 años, mientras que la del pescado es más habitual en niños más pequeños.

La alergia a los pescados depende de a qué proteínas tenga el menor alergia, por lo que podrán tener alergia a un solo tipo de pescado, a una familia o a todos en general. A la hora de seguir una dieta en los casos ya diagnosticados, se recomienda evitar también todos aquellos platos que se preparen con este alimento, como sopas y arroces; así como las huevas o aceite de pescado, o incluso el marisco, que puede haber entrado en contacto con éste en la pescadería.

En cuanto a los mariscos, hay tres grupos, el de los crustáceos, que incluye gambas, cigalas, cangrejos y similares; los cefalópodos, como el calamar, la sepia o el pulpo; y los moluscos de cáscara, como los mejillones, las almejas o similares. Se puede tener alergia a uno o varios de estos grupos de mariscos por lo que se recomienda evitarlos todos hasta que se realiza el estudio por parte del pediatra alergólogo e, incluso, no tocarlos.

La organización tambien destaca la importancia de utilizar utensilios de cocina diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias. Llevar tener localizada la medicación es también fundamental para poder actuar a tiempo.