Un equipo de investigadores de una compañía danesa de ingredientes alimentarios, ha manipulado las propiedades de las bacterias de los yogures naturales para endulzarlos. Esta modificación reduciría la cantidad de azúcar en el producto final y sería mucho más saludable. Se trata de manipulaciones similares a las que eliminan la lactosa, gracias a las que las personas con intolerancia pueden disfrutar del yogur.

"El objetivo era diseñar bacterias del yogur que no consumieran glucosa", ha explicado uno de los autores, Eric Johansen, vicepresidente asociado de esta compañía. La glucosa es el azúcar que se encuentra en la miel y la fruta.

Los investigadores presentaron el yogur a un panel de degustación, con diferentes cantidades de sacarosa añadida, pero en todos los casos con menos de lo que normalmente se añade al yogur. Fueron capaces de reducir la sacarosa añadida en un 20% y el yogur continuaba teniendo el dulzor deseado.

"Pensamos que ya que la glucosa es considerablemente más dulce que la lactosa o galactosa, podría utilizarse para reducir el azúcar añadido pero manteniendo el dulzor deseado en el yogur", ha añadido Johansen.