Una dieta basada en frutas y verduras frescas y cereales integrales favorece una buena salud cardíaca, según publica el blog dirigido a pacientes de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.

Los niños consumen mucha energía, por lo que introducir en su dieta alimentos como legumbres, frutas o cereales no solo les aportará la energía necesaria para todo el día, sino que les ayudará a mantener unos niveles de colesterol saludable.

Los cereales son una forma fácil de reducir los niveles de colesterol, siempre que se tomen los adecuados. La avena o los cereales basados en ella proporcionan entre uno y dos gramos de fibra soluble. Si además, les añadimos un plátano o unas fresas, aumentaremos la fibra soluble en medio gramo.

La fibra soluble se adhiere al colesterol y a sus precursores en el sistema digestivo, y lo elimina del cuerpo antes de que pasen al sistema circulatorio.

Las legumbres son otro alimento muy rico en fibra soluble. Además, el cuerpo necesita más tiempo para digerirlas, por lo que la sensación de estar lleno se prolonga después de una comida. Las legumbres, en todas sus variantes (judías, lentejas, garbanzos, etc) y con todas sus formas de prepararlas representan una oportunidad muy versátil para reducir el LDL.

Los frutos secos como las almendras, cacahuetes o nueces son un alimento que suele gustar a los niños y, por suerte, reducen el colesterol y, además, protegen al corazón. Algo más de 55 gramos al día pueden reducir el 'colesterol malo' en un 5%.

Los esteroles y estanoles vegetales que poseen algunos alimentos evitan que el cuerpo absorba el colesterol, por eso, ya son muchas las marcas que comienzan a añadirlos a sus productos, como en zumos de naranja o de chocolate. La ingestia diaria de dos gramos de esteroles y estanoles ayudan a reducir el colesterol LDL en un 10%.

El pescado es una fuente ácidos omega-3 que reducen el colesterol, pues reducen los triglicéridos en el flujo sanguíneo. El pescado se puede usar como sustitutivo de la carne dos o tres días a la semana, lo que elimina las grasas saturadas que esta contiene.

Sin embargo, para completar una dieta saludable hay que evitar la inclusión de otros alimentos como las grasas saturadas que contiene la carne roja, la leche u otros productos lácteos.

Los niños necesitan tomar todo el calcio posible para fortalecer los huesos, pero para que eso no afecte a los niveles de colesterol, se puede optar por leche semidesnatada. En el caso de la carne, los cortes normales de vacuno se pueden sustituir por los extramagros.

Las grasas trans presentan otro problema a la hora de intentar reducir el LDL. Estas grasas reducen el 'colesterol bueno', además de aumentar la formación de coágulos de sangre dentro de los vasos sanguíneos.