Los padres son un ejemplo para sus hijos, por ello, tienen que inculcarles desde bien pequeños que las frutas y las verduras son muy beneficiosas para que crezcan fuertes y sanos.

Pero, desde los centros escolares también pueden realizar distintas acciones para mejorar los hábitos alimenticios de los más peques, como, por ejemplo, ofreciendo unos menús más equilibrados y trasmitiéndoles la importancia de la fruta y la verdura para la salud.

Los expertos recomiendan que los niños consuman cinco raciones entre frutas y hortalizas al día. Pero, esto no suele suceder porque rechazan estos platos. Desde casa podemos cambiar esta tendencia, con los siguientes consejos:

- Tomar fruta fresca partida en trocitos pequeños durante el desayuno

- Para la hora del recreo, puedes ponerle fruta en la mochila. Les dará a los niños toda la energía necesaria para seguir con las clases.

- Poner hortalizas como plato principal pero también como entrante o guarnición en las comidas y en la cena. Hay multitud de variedades: en purés, ensaladas, a la plancha o al horno.  ¡Les encantaran!

- Puedes hacer batidos caseros añadiéndole a la leche o al yogur, frutas frescas.

- Evitar las comidas entre horas, pero si tienen hambre, en vez de darles alimentos salados o fritos, sustituirlos por frutas u hortalizas.

- Los niños pueden participar tanto en la compra de estos alimentos como en la preparación de distintos platos para que se sientan parte del proceso. 

- Después de las actividades extraescolares y deportivas, una fruta les ayudará a recuperar energía. 

- Poner las frutas y verduras al alcance de los niños para que estén listas para comer, en el  frutero o la nevera.

- Ofréceles fruta preparada de forma diferente: en macedonia, cortada a tacos, pelada o en zumos naturales. Cada día será una aventura distinta.

- Presenta los platos con estos alimentos de forma divertida, a la vez que comen de forma saludable.

Todos estos consejos, junto con tu ejemplo, les motivarán a llevar una dieta rica y saludable para poder evitar problemas mayores como la obesidad o el sobrepeso.