Los últimos datos, obtenidos entre 2015 y 2017, de la iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que los países del sur de Europa tienen la tasa más alta de obesidad infantil, aunque en varios ha habido una disminución.

La Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad en la Infancia Europea de la OMS (COSI, por sus siglas en inglés) es un sistema único que durante más de 10 años ha medido las tendencias del sobrepeso y la obesidad entre los niños en edad escolar primaria.

COSI se basa en tomar medidas estandarizadas de peso y altura de alrededor de 250.000 niños en la Región Europea de la OMS (de 6 a 9 años), proporcionando datos representativos a nivel nacional para los países que participan, así como un gran conjunto de datos de la Región para el Análisis de los Determinantes de Sobrepeso y Obesidad Infantil. Los últimos datos públicos corresponden a la cuarta ronda de análisis de este proyecto.

Tasas elevadas de obesidad, pero se percibe una disminución

"En países como Italia, Portugal, España y Grecia, aunque las tasas son altas, ha habido una disminución importante atribuible a un esfuerzo muy significativo que estos países han puesto en los últimos años en la gestión y prevención de la obesidad infantil", ha afirmado el doctor Joao Breda, jefe de la Oficina Europea de la OMS para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles.

Un total de 38 países de la región de la OMS han participado en esta ronda de presentación de datos, y 34 han presentado datos de sobrepeso y obesidad en niñas y niños. Sin embargo, algunos países grandes, como Reino Unido y Alemania, no han formado parte de estas mediciones. En el caso de Reino Unido, este país tiene su propio sistema de vigilancia de la obesidad en niños de 4 a 5 años y de 10 a 11 años.

Muchos estados también presentaron otros datos nutricionales, como los hábitos alimenticios, como parte del programa. En este punto cabe destacar que en Irlanda, Dinamarca, Albania, Montenegro, Portugal, Italia, San Marino, Rusia y Turkmenistán, tres cuartas partes o más de niños y niñas comen fruta todos los días o la mayoría de los días (entre 4 y 6) de la semana.

Los niños en estos países también tenían un menor consumo de alimentos como pizza, patatas fritas, hamburguesas, salchichas o pasteles de carne, que consumían de 1 a 3 días por semana o nunca. Otros datos recopilados por el proyecto incluyen la opinión de los padres sobre el peso del niño y también los hábitos de actividad física, aunque de nuevo no todos los 34 países presentaron datos sobre este tema.

"Es crucial aumentar el consumo de frutas y verduras en los niños, al mismo tiempo que se reduce la ingesta de dulces y especialmente refrescos azucarados. También es muy importante aumentar la conciencia de los padres y las familias sobre el problema de la obesidad infantil, dado que nuestros datos muestran que muchas madres no reconocen a sus hijos con sobrepeso u obesidad", según indica Breda.

Algunos países involucrados han estado recopilando datos desde 2007 y pronto estará disponible un análisis de tendencias. Los resultados serán muy útiles para los responsables políticos, según señalan desde COSI.