El gobierno de Reino Unido, al igual que en España, ha decidido introducir un impuesto escalonado sobre las bebidas en función de su contenido de azúcar. De esta forma, las que contengan de 5 a 8 gramos de azúcar por cada 10 ml tendrán un impuesto más bajo que las que contengan más de 8 gramos.

Debido a esto, un grupo de científicos de la Universidad de Oxford han decidido analizar tres posibles reacciones de estas bebidas, con tres medidas distintas: reducir el contenido de azúcar, subir el precio o utilizar la publicidad para incitar a los ciudadanos a tomar bebidas más saludables.

El estudio, publicado en la revista 'The Lancet Public Health', ha demostrado que reducir el contenido de azúcar tiene más efectos positivos en enfermedades como la obesidad o la diabetes, que un impuesto gradual.

Así, por ejemplo, una reducción del 30% de contenido de azúcar en las bebidas con niveles más altos y de un 15% sobre las que contengan menos podría conseguir que casi 15.000 adultos y niños no padeciesen obesidad y que 19.000 menos padeciesen diabetes.

Esta medida también tendría una repercusión sobre las caries y podría conseguir 26.900 casos menos de personas con esta dolencia.

Los expertos recomiendan no abusar de este tipo de bebidas y limitar su consumo a los más peques, puesto que con solo una lata les estamos dando a los niños 9 cucharadas de azúcar.