Según sus autores, científicos del Imperial College de Londres, se trata del mayor análisis de la evidencia sobre el efecto de alimentar a los bebés con alimentos alergénicos al analizar datos de 146 estudios.

Los resultados sugieren que la alimentación de los niños con huevos entre las edades de cuatro y seis meses puede reducir su riesgo de desarrollar alergia al huevo. El estudio, que fue encargado por la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido, también encontró que la alimentación de los niños con cacahuete, entre las edades de cuatro y 11 meses, puede reducir el riesgo de desarrollar alergia al maní.

El equipo analizó la leche, el pescado (incluyendo mariscos), el resto de frutos secos (como almendras) y el trigo, pero no encontró pruebas suficientes para demostrar que la introducción de estos alimentos a una edad temprana reduce el riesgo de alergia, como se detalla en un artículo sobre el estudio, publicado este martes en 'Journal of the American Medical Association'.

Aunque estudios previos han encontrado que alimentación de los niños con cacahuete y huevo reducir el riesgo de alergia, otros trabajos no han encontrado ningún efecto.

ENTRE UN 40 Y UN 70 POR CIENTO MENOS DE RIESGO DE ALERGIA
Los resultados mostraron que los niños que empezaron a comer huevos entre las edades de cuatro y seis meses tuvieron un 40 por ciento menor riesgo de alergia al huevo en comparación con los niños que trataron de huevo más tarde en la vida.

Los niños que comieron cacahuetes entre las edades de cuatro y 11 meses registraron un 70 por ciento menos de riesgo de alergia en comparación con los niños que consumieron el alimento en una etapa posterior. Sin embargo, los autores advirtieron que estos porcentajes son estimaciones basadas en un pequeño número de estudios.

Se utilizaron cinco estudios (realizados con 1.915 niños) para estimar la reducción del riesgo de alergia al huevo y dos estudios que involucraron a 1.550 niños para estimar la reducción del riesgo de alergia al cacahuete. Por lo tanto, estas cifras pueden cambiar cuando se completen más estudios.

El equipo también calculó la reducción del riesgo absoluto. Encontró que en una población con el 5,4 por ciento de las personas tiene alergia al huevo (la tasa de prevalencia de Reino Unido de un estudio reciente), la introducción del huevo entre los cuatro y seis meses de edad podría prevenir 24 casos de alergia al huevo por cada 1.000 personas.

Para el cacahuete, en una población en la que un 2,5 por ciento de las personas tienen alergia al cacahuete, la introducción del alimento entre los cuatro y los 11 meses podría prevenir 18 casos por cada 1.000 personas. Los autores advierten de que el análisis no evaluó la seguridad o cuántos de los bebés sufrieron reacciones alérgicas por la introducción temprana.

No se deben dar frutos secos enteros a bebés o niños pequeños debido por peligro de asfixia. "Se deberían evitar los frutos secos en los niños pequeños. Si se decide alimentar a un bebé con cacahuetes, es mejor darle mantequilla de cacahuetes", propone.

El equipo también analizó si la introducción al cacahuete, el huevo, la leche, el pescado o el trigo temprano en la dieta de un bebé afecta a su riesgo de enfermedades autoinmunes, como la enfermedad celíaca. El equipo no encontró ningún efecto sobre el riesgo.