Los niños españoles con trasplante de riñón o que están siendo sometidos a diálisis presentan una mayor prevalencia de obesidad que los peques de otros países europeos. Así lo ha detectado el presidente de la Asociación Española de Nefrología Pediátrica (AENP), Víctor García Nieto, con motivo del Día Mundial del Riñón que se celebra, cada año, el 9 de marzo.

Por ello, esta sociedad científica ha desarrollado un decálogo para alertar del riesgo de la asociación de estas dos enfermedades, donde también dan una serie de consejos para prevenirlo.

El principal riesgo es que, al padecer estos dos trastornos, ambos multiplican sus daños potenciales. Para evitarlo, los médicos recomiendan la dieta mediterránea como principal arma para disminuir los riesgos potenciales de la enfermedad renal.

Además, abogan por la necesidad de promover los hábitos de vida saludable para la prevención de la enfermedad del riñón, sensibilizar a los profesionales y autoridades sanitarias para que tomen las medidas necesarias en la prevención, el diagnostico precoz y el tratamiento, además de impulsar la donación de órganos como iniciativa para salvar vidas.

Para completar la dieta adecuada, es necesario que los peques realicen actividad física y deporte, que no solo previenen la obesidad sino que tiene un impacto favorable en la mejora de la enfermedad renal.