Las infecciones de las vías respiratorias en los niños pequeños están relacionadas con unmayor riesgo de asma y una peor función pulmonar en la vida posterior.

Para extraer las conclusiones, investigadores del Centro Médico Erasmus MC, en Holanda, realizaron un estudio a 154.942 niños europeos en el que pudieron ver que los peques que habían sufrido algún tipo de resfriado, sinusitis o laringitis, presentaban un riesgo de un 1,5% veces más de desarrollar asma.

Estos hallazgos apoyan la hipótesis de que las infecciones del tracto respiratorio en las primeras etapas de la vida pueden influir en el desarrollo de enfermedades respiratorias en el futuro.

Se analizaron datos de 37 grupos de niños de varios países europeos que nacieron entre 1989 y 2013, y se incluyó a los niños de los que se tenían datos sobre las infecciones de tracto respiratorio en sus primeros años de vida. La duración del seguimiento varió entre los grupos, oscilando desde el nacimiento hasta la edad de entre los 4 y los 15 años.

La función pulmonar de los niños (entre 4 y 15 años de edad) se midió a medida que envejecían con un espirómetro, un instrumento que mide la capacidad vital forzada (CVF), que mide la cantidad de aire que se puede exhalar de los pulmones después de tomar aliento lo más profundo posible. También el volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1), lo que se traduce en cuánto aire se puede exhalar en el primer segundo, y flujo expiratorio forzado al 75% de la FVC (FEF75), o lo que se traduce en la velocidad del aire exhalado después de exhalar tres cuartas partes del volumen pulmonar total durante una exhalación forzada.

Con estas mediciones, los investigadores encontraron que las infecciones del tracto respiratorio superior no se asociaron con una peor función pulmonar en la vida posterior. Pero, las infecciones del tracto respiratorio inferior en casi todas las edades se vincularon con una peor función pulmonar, como lo indican las puntuaciones más bajas para la CVF, el FEV1 y el FEF75.

Los expertos afirman que son necesarios más estudios que midan la función pulmonar y la respiración sibilante desde el nacimiento para explorar si las infecciones causan asma y disminución de la función pulmonar, o si la respiración sibilante y la función pulmonar inferior pueden estar predisponiendo a estos niños a desarrollar las infecciones a largo plazo.