La obesidad infantil ya no es solo un problema de los países ricos.  Se trata de unas cifras alarmantes que también preocupan a la OMS la evolución. 

De hecho, en África, la cifra de obesidad y sobrepeso infantil en menores de cinco años se ha doblado desde 1990, según este estudio. 

En los países pobres no solo hay más dengue, cólera, tuberculosis y sida, por citar solo unas cuantas enfermedades. También es importante ya el número de cánceres, enfermedades cardiovasculares y accidentes de tráfico, por citar causas de muerte características de países ricos.

La OMS explica que en 2014, el 48% de todos los niños con problemas de sobrepeso vivían en Asia y el 25% en África. De hecho es en Asia donde está creciendo a una velocidad mucho mayor y la por tanto, más preocupante. 

Entre los elementos que explican el aumento de las cifras de obesidad infantil destacan los factores biológicos, genéticamente la humanidad está preparada para la escasez, para ahorrar, y esta propiedad aumenta cuando durante la infancia la alimentación no es buena, un inadecuado acceso a alimentos saludables, la disminución de actividad física en los colegios y la desregulación del mercado de los alimentos que engordan. 

Por otro lado también destaca la herencia genética por lo que requiere una respuesta global y coordinada según indican en el informe. 

El copresidente de la comisión, Peter Gluckman ha explicado que se ha detectado que los niños asiáticos tienen un metabolismo específico que les hace retener las grasas en la parte abdominal del cuerpo y en el interior, rodeando a los órganos, exactamente donde es más perniciosa para la salud.

Con respecto a Latinoamérica, se estima que la prevalencia de sobrepeso en la región se sitúa en un 8% de los niños menores de cinco años.

Gluckman ha puntualizado que los dirigentes latinoamericanos son muy conscientes del problema y están respondiendo seriamente, y ha señalado que muchos países están dirigiendo sus políticas en la dirección correcta.

Desde la OMS explican que hay que tener en cuenta que la obesidad imfluye en la calidad de vida de los pequeños, en su estad físico, psicológico, su capacidad de estudio así como de relacionarse con los demás  por lo que es un problema que hay que solucionar cuanto antes. 

Además, la obesidad infantil es un factor esencial en la posibilidad de desarrollar obesidad en la edad adulta y, por consecuencia, enfermedades no transmisibles graves, como las cardiovasculares.