"La industria alimentaria no debe tener ni voz ni voto en la orientación técnica emitida por la OMS, y no puede participar en la formulación de políticas de salud pública. Ambas áreas son propensas a conflictos de intereses. Ambos deben ser protegidos de la influencia de las industrias con un interés personal", ha afirmado la directora general de la OMS.

Los mayores daños provienen de la comercialización de bebidas no alcohólicas y azucaradas que muchos niños consumen en muchas ocasiones y esto debería evitarse.

La directora de la organización asegura que para tener éxito en la lucha contra la obesidad infantil, los esfuerzos deben ir encaminados a reducir la venta de este tipo de productos no saludables y, para ello, ha vuelto a pedir la puesta en marcha de enfoques reglamentarios y estatutarios, es especialmente medidas que aumenten el precio de estos productos.

Por otro lado, la OMS recuerda que también sería muy recomendable que alrededor de colegios o en aquellos lugares donde acudan normalmente niños, se limite la venta de alimentos y bebidas de este tipo que no ayuda nada a que los niños lleven una buena alimentación.