La OMS ha desarrollado un modelo que establece 17 tipos de alimentos de acuerdo con su composición nutricional y ha fijado, además, unos umbrales máximos para el contenido en esos elementos, superados los cuales no es recomendable la comercialización de los productos.

A pesar de los progresos registrados en algunos países, la acción de los gobiernos para reducir la comercialización no es óptima, y los niños están expuestos regularmente a anuncios de alimentos y bebidas con alto contenido energético o en grasas saturadas, según ha explicado la OMS a través de un comunicado. 

La oficina europea de esta organización, que tiene su sede en Copenhague, reconoce que es un reto identificar los alimentos cuya mercadotecnia debe ser restringida, pero recuerda la necesidad de tomar medidas ya que existe en nuestro páis un alto grado de obesidad infantil. 

"Dada la actual epidemia de obesidad infantil en Europa no hay justificación para comercializar productos que tienen poco valor nutricional y contribuir a dietas no saludables", señaló en un comunicado el director de la división de promoción de salud de la OMS en Europa, Gauden Galea.