Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ha explicado, en un reciente estudio, que permitir a un niño el poder elegir qué tipo de verdura le gustaría comer, ayuda a aumentar el consumo de estos alimentos entres los niños.

Los expertos explican que los pequeños menores de seis años consumen hasta un 80% más de verdura y observaron, además, que aquellos niños a quienes se les permitió elegir los vegetales que deseaban comer ingirieron 20 gramos más, lo que supone una media de 40 gramos más al día entre comida y cena.

Pero, ¿qué tienen las verduras para que no les gusten a los niños? Los investigadores del estudio apuntan a que el sabor amargo del calcio, muy presente en verduras como las espinacas y acelgas, la col, el cardo o el brócoli, puede ser un factor sensorial que influye muy negativamente en el consumo infantil.

Por eso, los expertos recomiendan cocinar este tipo de verduras de una forma que pueda atraer más a lo niños o saber combinarlas con distintas salsas así como otro tipo de alimentos para disfrazar, en cierto modo, su sabor.