Las cantidades de comida que toman los niños han de adaptarse según la edad, el peso y la altura de cada uno. Una ensalada de pasta o unas lentejas con arroz pueden ser plato único ya que poseen nutrientes suficientes y no saturan de comida a los pequeños.

Hay que tener en cuenta que el pan es importante y no debemos evitarlo, pues engorda igual que otros alimentos que tomamos a menudo pero sí hay que vigilar la cantidad de pan y lo que le acompaña. No dejemos de preparar el tradicional bocadillo para la merienda, pues puede ser muy completo e interesante en cuanto a la aportación de propiedades saludables.