Las pieles más claras son las que se queman con más facilidad. Esto significa que para evitar los daños del sol, debemos optar por un índice de SPF mucho más alto. No obstante, como adelantan desde el Grupo Clarins, si bien es cierto que las pieles más oscuras tienen un riesgo menos elevado de sufrir enrojecimiento o quemaduras, esto no significa que puedan exponerse a los efectos del sol sin recibir daños.