Es obligatorio el uso de un sistema de manos libres para establecer comunicaciones telefónicas. Aun utilizando este, la capacidad de concentración ante el volante se pierde en gran medida. Estudios apuntan que, tras hablar más de tres minutos por el manos libres los conductores no perciben el 40% de las señales, la velocidad suele bajar y el tiempo de reacción es mayor.

Últimamente está aumentando de forma considerable el uso del móvil no sólo para llamar. Consultar Internet, el correo o el WhatsApp durante la conducción supone una destrucción que puede ser mortal.

El uso inadecuado del teléfono móvil no solo aumenta el riesgo de sufrir un accidente para los conductores, los peatones que cruzan distraidos con su smartphone se exponen a ser atropellados.