A pesar del alto riesgo que supone conducir más de dos horas, saltarse un semáforo en ámbar, conducir por ciudad a 65km/h y fumar mientras se conduce, los conductores consideran estas conductas poco arriesgadas y, en consecuencia, aumentan aún más su peligrosidad. Mientras que el 87% de los conductores considera que conducir tras haber consumido drogas es muy peligroso y un 65% hacerlo tras haber consumido alcohol, sólo 1 de cada 3 conductores cree que conducir a 65km/h por ciudad es muy peligroso y 1 de cada 4 fumar mientras se conduce o saltarse un semáforo en rojo. Un número todavía inferior de conductores considera una conducta peligrosa conducir más de 2 horas sin parar (18%).
El segundo comportamiento de riesgo más reconocido entre los conductores españoles es hacer conducido en alguna ocasión más de dos horas seguidas sin descansar, por detrás de montar en bicicleta sin casco (53%).
Un 45% de los conductores confiesa que en alguna ocasión se ha saltado un semáforo en ámbar, un 34% que ha manipulado aparatos como el GPS o la radio mientras conduce y un 32% que ha conducido a 65 km/ hora por ciudad.
En términos generales, los motoristas declaran que desarrollan más comportamientos considerados peligrosos que los conductores de coche sobre todo en lo relativo a exceso de velocidad, saltarse semáforos en ámbar y adelantar por la derecha.
La percepción del peligro cambia por perfiles: es menor para el motorista, excepto en lo relativo a los quitamiedos en carretera, y mayor para las mujeres en prácticamente todas las conductas, aunque muy especialmente en lo relativo a conducir sin cinturón de seguridad y al exceso de velocidad.