El pantalón es una prenda suplementaria importante en cualquier época del año, por muy cómodo que en verano parezca conducir con bermudas, falda o en bañador. Nunca circules con las piernas desnudas y nunca lleves material de nailon: te expones a graves quemaduras en caso de caída.

Lo mejor es optar por un pantalón con refuerzos en las rodillas y hecho con fibras de alta resistencia para limitar el riesgo de quemaduras y abrasiones en las piernas.

Para verano, busca pantalones aireados; los hay que pueden incorporar un interior desmontable paravientos o impermeable. En invierno, el pantalón es también un elemento de confort que protege eficazmente de las inclemencias del tiempo. En todo caso, también puedes optar por un sobrepantalón, fácil de quitar y guardar, discreto, impermeable y barato.

Convertirse en motorista no es algo que se pueda improvisar
Hay reglas que respetar. Y una de las más importantes se refiere al equipamiento.

Si eres motorista, la única “carrocería” con la que cuentas en caso de accidente es la protección que puedas llevar como conductor. Y esto es así con independencia de la estación del año en la que circules, de que haga frío o calor, de que circules para ir al trabajo o porque hayas quedado con unos amigos.

Por eso es esencial que, cada vez que cojas la moto, te equipes adecuadamente, recurriendo a los consejos de un centro especializado si consideras que hace falta.