El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha informado de este dato "histórico" junto al director general de Tráfico, Pere Navarro, en la rueda de prensa sobre el balance de accidentalidad vial del año celebrada este jueves, 2 de enero. Este balance contabiliza las víctimas registradas en las 24 horas siguientes a los siniestros y solo en vías interurbanas.

Durante el año pasado se produjeron 1.007 accidentes mortales en los que fallecieron 1.098 personas y otras 4.395 resultaron heridas, lo que supone un descenso del 6,7 % con respecto a 2018 en el número de siniestros (72 menos), una bajada del 7,6 % en la cifra de fallecidos (90 menos) y una caída del 3,8 % en los heridos graves (174 menos que el año anterior).

El ministro ha valorado estas cifras, que se dan en un contexto de mayor número de desplazamientos de largo recorrido (+ 2,5 %), de parque de vehículos (+ 2,2 %) y de censo de conductores (+1,3 %).

Grande-Marlaska ha destacado también que el año pasado hubo 37 días en los que no se registraron víctimas mortales en vías interurbanas, y que por ejemplo no se ha contabilizado ningún fallecido en autocar en todo el año en todas las carreteras.

El balance refleja sin embargo que los colectivos más vulnerables han supuesto el 40 % de todas las muertes en 2019. Entre estos, los motoristas fallecidos, que ascendieron a 264, 47 más que el año anterior. También murieron 11 usuarios de ciclomotores menos que en 2018, 22 peatones menos y 4 ciclistas más.

Otro dato relevante es que el 20 % de los fallecidos en turismos y furgonetas no llevaba puesto el cinturón y 11 motociclistas y 16 ciclistas muertos no llevaban el casco.

Para atajar esas situaciones, una de las líneas de trabajo de la DGT será proteger a los colectivos vulnerables con el Plan de Medidas Especiales para motoristas, que prevé identificar los 100 tramos de alta siniestralidad para estos usuarios, mejorar los cursos de conducción segura y promocionar el uso de airbag.

Tráfico continuará con modificaciones normativas, como el envío al Congreso de los Diputados del proyecto de ley de reforma del carné por puntos y la reducción a 30 km/h de la velocidad en las calles de las ciudades con un único carril, algo que según ha dicho Marlaska es "un elemento determinante para la movilidad segura y sostenible en el marco urbano".

En este sentido, ha señalado que la reducción de la velocidad tiene "una repercusión importante para la salud", ya que el conductor sufre un impacto menor si sufre un accidente.

También en relación con la velocidad, el ministro ha considerado "importante" el resultado de la decisión adoptada hace un año de limitar la velocidad de 100 a 90 km/h en las carreteras convencionales.

En los tramos en los que se ha aplicado, ha disminuido un 9 % el número de fallecidos, frente al 2 % de disminución en las vías que tenían ese límite.

Otra medida de la DGT consiste en trabajar por una movilidad sostenible, de manera que al centro de las ciudades solo accedan los vehículos menos contaminantes.

El balance de siniestralidad vial de 2019 refleja que ha descendido un 9,5 %, hasta los 800, el número de muertos en carreteras convencionales, el tipo de vía con mayor índice de mortalidad, frente a los datos del año pasado, cuando hubo 84 fallecidos más.

Aun así, Marlaska ha hecho hincapié en que, pese a la mejora en los datos, las carreteras convencionales continúan a la cabeza como el lugar donde se produce el 73 % de las muertes.

En las autopistas y autovías se ha registrado un descenso de 304 a 298 fallecidos.

Por tipo de accidente, las salidas de vía continúan en la primera posición de las causas de los accidentes mortales, ya que responden al 39 % de los fallecidos, por encima de las colisiones frontales y los atropellos a peatones.