Estos 100 tamos, que están repartidos por las carreteras de todo el territorio español en el que la DGT tiene competencias, tienen una longitud de unos 2 km cada uno y han sido seleccionados teniendo en cuenta criterios de sinuosidad del tramo, así como su siniestralidad en los últimos 5 años.
Los 2 km de riesgo se indicarán con una señal vertical que se colocará al inicio y que informará del número de motoristas accidentados registrados en el último lustro. Cada año se realizará un calculo de las víctimas en cada tramo para actualizar estos datos en las señales.
La instalación de estas señales ha comenzado en el punto kilométrico 3,4 de la M-13.
Además de esta señalización, se adoptarán otras medidas de refuerzo como estudiar posibles mejoras de diseño en la infraestructura.
La identificación de los tramos de riesgo para motoristas y su señalización es consecuencia de las cifras de accidentalidad de estos usuarios de las dos ruedas: en el año 2019 se registraron 466 motociclistas fallecidos (sumando motocicletas y ciclomotores), 45 más (+11%) que el año anterior.