Aunque a veces resulten polémicas, lo cierto es que las medidas para perseguir a los infractores de tráfico han resultado efectivas: el número de muertos en las carreteras ha bajado drásticamente, pero el porcentaje de fallecidos bajo los efectos del alcohol sigue siendo el mismo: tres de cada diez. Los reporteros de 'A Fondo' han estado en uno de los veinte mil controles diarios de alcoholemia que se han puesto en marcha en estos días festivos.
Rara es la noche en la que no se encuentra a alguien que conduce bajo los efectos del alcohol. Algunos rebasan la tasa permitida por sólo unas décimas. Tendrán que pagar una multa, o, en algunos casos, les quitarán puntos del carnet. Otros, en cambio, se han puesto al volante con una tasa de alcohol demasiado alta y tendrán que ir a los juzgados, y pasar por un juicio rápido.
En los últimos diez años el número de fallecidos en la carretera se ha reducido drásticamente, pero el porcentaje de los que mueren al volante por culpa del alcohol sigue siendo el mismo: tres de cada diez conductores.