Esto es posible tras la entrada en vigor de una instrucción por la que la DGT permite que los vehículos, utilizados para la realización de los exámenes, que dispongan de determinados sistemas de ayuda a la conducción (ADAS). Estos sistemas se han ido incorporando a los coches de alta gama desde 2012 y a los de gama media desde 2015. La mayoría de los coches ya cuentan con alguno de ellos y en 2022 serán obligatorios en la Unión Europea.

Así, a partir de este lunes 16 de septiembre, los alumnos que se examinen del práctico podrán utilizar los siguientes sistemas:

- Los sensores de aparcamiento, aunque no se podrá utilizar el sistema de ayuda de estacionamiento total.

- Tendrán permitido utilizar el sistema "star-stop", la ayuda de salida en pendiente que impide que el vehículo se vaya hacia atrás al levantar el pie del freno

- Ya no tendrán que estar pendientes de las luces, porque podrán utilizar la activación automática del alumbrado y también del limpiaparabrisas.

- Además, podrán utilizar el sistema AEB de frenado de emergencia, que, en caso de despiste, impide una colisión por alcance con otro coche.

- Otro sistema es la alerta de tráfico cruzado por la que un sensor advierte al conductor de que va marcha atrás y advierte de la presencia de otro coche.

- Las cámaras marcha atrás y las de 360 grados también estarán permitidas en el examen de conducir.

Sin embargo, no podrá utilizarse durante el práctico el control adaptativo de velocidad, el sistema de aviso de cambio involuntario de carril y el de ayuda de estacionamiento total del vehículo.