El espacio atraviesa el Tiergarten, una de las zonas más transitadas de la capital alemana, y cuenta con las condiciones ideales para probar y perfeccionar este tipo de tecnologías necesarias para la implementación del coche autónomo y conectado, según la universidad.
El tráfico en el tramo berlinés elegido es de los complejos
Los expertos han buscado un tráfico "altamente complejo" y puesto en marcha, durante los últimos 29 meses, la infraestructura física y digital necesaria para estas pruebas en las que los vehículos podrán comunicarse entre ellos y con su entorno gracias en parte a redes 5G y a la inteligencia artificial.
Más de cien sensores monitorean constantemente a lo largo del trayecto el volumen de vehículos, las condiciones meteorológicas, el estado de la calzada, las plazas de aparcamiento libres y la contaminación atmosférica, entre otras variables.
Además, los coches que participan en este proyecto cuentan con cámaras, radares y escáneres láser.
Para el ministro de Transporte alemán, Andreas Scheuer, la conducción automática y conectada ofrece "grandes oportunidades" y conlleva "más seguridad y eficiencia energética, un flujo circulatorio mejorado y un ahorro de tiempo".