El estudio, financiado por la DGT, cuenta con dos alternativas para impedir el arranque de la moto en el caso de que alguno de los ocupantes no lleve el casco.

Sistema invasivo: Utiliza un sensor instalado en el casco para detectar si éste está abrochado y próximo a la motoSsistema no-invasivo: Se basa en capturar y procesar imágenes de la parte superior del motorista por una cámara instalada en la moto, pudiendo identificar la presencia de un casco en la imagen. 

El sistema invasivo permite prescindir de baterías adicionales en el casco, porque recibe alimentación a través de ondas de radiofrecuencia. Esto se traduce en costes de fabricación menores y, sobre todo, en la reducción notable del coste de mantenimiento. 

Por su parte el no-invasivo resulta totalmente novedoso. Se han estudiado dos variantes: una utiliza una cámara convencional que proporciona imágenes RGB; y otra, una cámara capaz de proporcionar imágenes de profundidad. 

En las conclusiones se indica que el sistema invasivo es efectivo a costa de suponer unos costes de fabricación e implantación notables. Por su parte, el no-invasivo tiene costes menores, pero su efectividad actual no cumple con los valores deseados, e indican que sería necesario realizar un estudio más profundo para determinar concluyentemente su viabilidad.