Los rasgos que caracterizan los 2.752 kilómetros más peligrosos de España son: un carril por sentido, intersecciones al mismo nivel y un volumen de tráfico inferior a los 20.000 vehículos al día.
Aragón cuenta con al menos 277 kilómetros vulnerables de los 2.220 estudiados, lo que equivale a uno de cada cuatro.
Las carreteras de Castilla y León tienen 768 kilómetros de riesgo entre los 5.627 analizados, seguidas de las de Cataluña, que mantienen que de 1.792, 228 tienen problemas de seguridad.
Por el contrario, las comunidades con menor índice de riesgo son la Comunidad de Madrid, con un 0,2% de kilómetros peligrosos, Cantabria, con un 2,7%, y Andalucía, con un 5,1%.
Sin embargo, los trayectos más vulnerables son las carreteras nacionales de Galicia: la N-541 de Orense, y la N-642 de Lugo, junto a la N-260 de Gerona. Estas dos últimas, repiten en los primeros puestos con los tramos más peligrosos de España.
Pero es un cruce de la N-541, entre Dacón y Almuzara (Orense), el punto de peligroso de la lista ‘negra’ de todo el país, puesto que se han registrado en ella seis accidentes mortales desde 2016 y siete con heridos graves.
En un cruce de Ribadeo (Lugo) de la N-642 se produjeron, en el mismo periodo, tres siniestros con otros tantos heridos, y en la N-260, a la altura de Ripoll (Gerona), el número de heridos ascendieron a 22 en 21 accidentes que acabaron con la vida de tres personas.
Además, este estudio destaca que 49 de los 50 tramos de alto riesgo corresponden a carreteras con un solo carril por sentido, de los cuales 32 cuentan con radar; y que el 20% de las carreteras convencionales tienen una elevada peligrosidad, frente a las autopistas y autovías que son las más seguras para circular.