08/06/10.- PONLE FRENO, la mayor acción social emprendida por el Grupo Antena 3 en su historia, que nació a principios de 2007 con la vocación de contribuir a mejorar la Seguridad Vial, ha publicado su primer informe técnico. En él, a través de una investigación periodística, analiza el funcionamiento de los centros que emiten los certificados médicos para conductores, bajo la supervisión del director del estudio, Roberto Durán Romero, responsable del Área de Psicología del Tráfico y de la Seguridad del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.

La conclusión más contundente de este primer informe PONLE FRENO es que el 68% de los Centros de Reconocimiento destinados a verificar las aptitudes psicofísicas de los conductores incumplen la normativa exigida para otorgar el certificado médico reglamentario. Pese a que ninguno de los casos planteados en el estudio deberían haber superado el reconocimiento, sólo el 32% de los centros ha denegado la obtención o renovación del carné. Muchas veces, incluso, los centros han otorgado el certificado para conducir sin haber realizado previamente ninguna prueba.

Así, de los 25 centros visitados, en 17 de ellos concedieron el APTO y tan sólo en 8 el dictamen fue de NO APTO,  a pesar de demostrar en cada sesión al menos un fallo grave que incapacitaría o limitaría severamente la conducción.

Las conclusiones de la investigación periodística realizada por PONLE FRENO serán entregadas a la Dirección General de Tráfico y presentadas ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.


* Investigación periodística en las principales ciudades de España

La investigación, para la que se ha utilizado en algunas ocasiones cámara oculta, se basa en una trabajo de campo realizado por un equipo de PONLE FRENO durante el mes de abril de 2010 en 25 centros repartidos proporcionalmente entre las cinco ciudades con mayor población de España: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.

En todos ellos se ha tratado de obtener el certificado médico necesario para obtener la renovación del carné de conducir. Durante las visitas, se ha procedido a una inspección sobre los siguientes elementos recogidos por el Real Decreto 818/2009 del 8 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de Conductores y que, recoge, como requisitos mínimos, la presencia de los facultativos obligatorios, la existencia de una cámara de audiometría en cabina insonorizada y de un panel iluminado de letras, la realización de auscultación de corazón y pulmón, la toma de tensión arterial, la realización de la prueba del deslumbramiento y la prueba psicotécnica con estimación de movimiento, coordinación bimanual y tiempo de reacción múltiple.

Además de verificar los materiales y el personal exigido, los encargados de realizar la investigación de PONLE FRENO han cometido deliberadamente en cada una de las visitas al menos un error grave, que le incapacitaría para obtener un certificado médico o, al menos, implicaría limitaciones que deben constar en el documento.

Así, por ejemplo,  los errores cometidos intencionadamente han sido, desde fallos en la prueba de coordinación bimanual o en el de agudeza visual, a facilitar información contraindicada para conducir –como la toma de ciertos medicamentos y tranquilizantes- e incluso asegurar que sufrían ataques epilépticos.

Bilbao es la única ciudad que denegó los 5 psicotécnicos a la espera de tener un informe médico completo en función de las "dificultades" y "fallos" que presentaba cada conductor. En todos los casos realizados en esta ciudad, los centros recomendaron no conducir e incluso no llegaron a concluir todas las pruebas tras comprobar que definitivamente no eran aptos.

En otro de los ejemplos concretos presentado en un centro de otra ciudad, el "conductor" dice tener ataques epilépticos y ansiedad y que está tomando pastillas de ansiolíticos y, además, no lee la tercera línea del panel oftalmológico. La persona que le atiende, un especialista de medicina general – ya que este centro no cuenta con oftalmólogo y el psicólogo actúa como secretario- le explica que el episodio de la epilepsia no lo va a contemplar porque no podrían darle el certificado y, respecto al supuesto problema de la vista, no le presta atención y, tras preguntar varias veces para que rectifique la respuesta sin obtener éxito, concede el apto en cinco minutos. 


* Pruebas y personal insuficiente

A la hora de analizar la existencia del material y el personal exigido por la normativa para proceder a los reconocimientos, la investigación de PONLE FRENO también desvela graves deficiencias.

En cuanto a las pruebas de demostración de capacidades y facultades psicofísicas, la única que se realiza en el 100% de los casos es la del panel iluminado con letras para comprobar la visibilidad, mientras que la auscultación de corazón y pulmón no se realiza en ninguno de los casos. Asimismo, la toma de tensión arterial, sólo se realiza en el 52% de los casos. También hay carencias en la prueba de la cabina insonorizada, ausente en el 76% de los centros.

En la comprobación de la estimación de movimiento, coordinación bimanual y tiempo de reacción múltiple, la ciudad en la que se realizan las 3 pruebas tal y como manda la ley es Bilbao. En el resto de ciudades no se realiza algunas de las pruebas oficiales.

Si analizamos la presencia del personal especializado que exige la ley para verificar las facultades psicofísicas de los conductores, el 33,3% de los centros carece de los facultativos exigidos por la ley.

Así, el 68% de los centros de certificados cuentan con un profesional de Medicina General. El oftalmólogo es el especialista que menos presencia tiene -está en un 60% de ellos-, mientras que, en el caso del psicólogo, el porcentaje se eleva hasta el 72%.

Solamente Valencia es la única ciudad que cumple escrupulosamente con la ley en lo referente a profesionales de la medicina que deben estar presentes para la correcta ejecución y valoración de un examen psicotécnico.

 

* Diferencia de precios

El informe de PONLE FRENO también recoge la diferencia de precios que hay que abonar para la obtención del permiso de conducir en función de cada ciudad, de los 36 euros en el caso de las más económicas a los 65 euros que puede llegar en el supuesto más caro.

Así, el estudio demuestra que Barcelona es la ciudad más cara, con un importe que oscila entre los 50 y los 65 euros, seguida de Valencia, con unos 48 euros de media. Madrid, Sevilla y Bilbao mantienen unas tasas parecidas y más económicas que las dos anteriormente citadas, con unas variaciones entre los 36 y los 42 euros.


* Un buen modelo corrompido por la atroz competencia

Hace casi 30 años que la certificación de las aptitudes psicofísicas para los permisos de conducir se trasladó a la iniciativa privada.

Hasta finales de 1982 era la propia administración, a través de los Institutos de Orientación Profesional, la encargada de realizar esa exploración.

El Real Decreto 1467 (B.O.E 6-7-82) autorizaba la creación de Centros de Reconocimiento específicos privados para realizar las pruebas psicológicas de los conductores profesionales, a la vez que se unificaba el examen médico y psicológico de los permisos profesionales en un mismo informe.

Como apunta el director del informe técnico de PONLE FRENO, Roberto Durán Romero, responsable del Área de Psicología de Tráfico y de la Seguridad del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, "se pretendía que los centros de conductores reprodujeran el reconocido a nivel internacional 'Modelo Español' de evaluación psicofísica". "Nuestro modelo –sostiene Durán Romero- había alcanzado ese reconocimiento gracias a la labor de ilustres médicos y psicólogos que aportaron sus investigaciones para su desarrollo y consolidación".

Sin embargo, como prosigue el director del informe de PONLE FRENO, "la proliferación de centros de evaluación de conductores, quizás más de los necesarios y la incapacidad de la Administración para su vigilancia y control, nos ha llevado a una situación actual en la que conviven tanto aquellos centros que cumplen con la normativa vigente y están sensibilizados de la importancia de esta intervención preventiva, con aquellos que carecen de profesionalidad y escrúpulos".


* "Falta de rigor"

Respecto a las conclusiones del informe técnico de PONLE FRENO, Durán Romero manifiesta que "es evidente la falta de rigor en casi todas las situaciones descritas que, por otro lado, están todas recogidas en la normativa actual y que se pueden resolver fácilmente con adaptaciones, con medidas restrictivas relacionadas con la velocidad, con el periodo de validez del permiso o interrumpiendo el certificado a la espera de un informe de especialista".

A juicio de Durán Romero, hay dos motivos fundamentales de estas actuaciones que se denuncian: "por un lado, la falta de ética profesional y, por otro, el profundo desconocimiento de la normativa". "El primer motivo –asegura el especialista- es de difícil solución, ya que apela a la falta de responsabilidad y podría encontrar su solución con un incremento de la vigilancia, con una mayor presión social mediante las denuncias pertinentes y con sanciones económicas".

Mientras, "la falta de formación de los profesionales tiene mejor propósito ya que no sería muy difícil corregir esta deficiencia con las ayudas de la Administración, las asociaciones de centros o los mismos colegios profesionales. De esa formación podría derivarse la exigencia de una certificación de experto, requisito indispensable para otorgar la licencia".

Tal y como concluye Durán Romero, "el 'Modelo Español' de renovación de permisos de conductores podría demostrar su eficacia si hubiera más rigor en las exploraciones, un mayor control de los centros y una mejor formación a los profesionales".

 

- Informe completo de Ponle Freno