Se calcula que hasta un 8% de los accidentes pueden estar relacionados con fármacos que condicionan la reacción de los conductores. Un curso permite que los médicos asuman lo importante que es su papel en la prevención de accidentes.

Antihistamínicos, antidepresivos, y relajantes musculares son los fármacos más peligrosos al volante, pero aquellos que curan un simple resfriado también puede producir somnolencia y reducir la capacidad visual.

Las características y contraindicaciones de cada medicamento, quedan recogidos en un curso para doctores.

Los mayores de 65 años
suponen el 10% de los conductores y son los que más se medican. A ellos se les recomienda pasar revisiones periódicas, evitar viajes largos y sobretodo, cruzar con cuidado.

Enfermedades, fármacos y conducción, un triángulo peligroso. Existe una señal de peligro que nos recuerda aquellos medicamentos más perjudiciales al volante. Escuchen al experto y utilícenlos bien, pueden salvar más de una vida.