En dichas pruebas se analiza y valora (de 1 a 5 estrellas) su seguridad -en choque frontal y lateral-, su uso e instalación, la ergonomía y el contenido de sustancias tóxicas de sus componentes. Según el Informe, “estos SRI no solo cumplen con los requisitos reglamentarios, sino que los fabricantes han presentado productos con unos estándares más exigentes para poder superar las pruebas de este test europeo”.
Los peores reaccionan
Pero también hay que destacar que una de las sillitas, la Chicco Kiros i-Size con base, en la prueba de colisión frontal tuvo un problema grave de anclaje, se desenganchó de su base isofix y salió despedida, lo que supone que el niño está expuesto a un elevado riesgo de lesiones en caso de accidente. Al conocer los resultados, el fabricante (Chicco) anunció que va a introducir mejoras en su base Isofix y que cambiará gratuitamente las bases afectadas.
Igualmente, hay que subrayar que cuatro sillitas: la Besafe iZi Go Modular X1, con base y sin base, la Sawndoo Marie 2 y la Osann Oreo 360º contienen sustancias tóxicas por encima de los niveles autorizados por la normativa vigente (ver recuadro).
Son los clubes automovilísticos (entre ellos el ADAC alemán o el RACE español) y las organizaciones de consumidores que organizan anualmente estos estudios, los que seleccionan los productos que pasarán las pruebas, y lo hacen en función de varios criterios: que sean nuevos en el mercado, que sean de los más vendidos o que hayan sufrido modificaciones desde el último estudio. Sus resultados año tras año se han convertido en la mejor base de consulta para las personas que quieren comprar un SRI para sus pequeños.