Gregorio Serrano ha comparecido durante unas tres horas en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso para explicar, a petición propia y de Ciudadanos y Podemos, la gestión de su departamento esos días, y ha precisado que la concesionaria tuvo dos fallos "mortales de necesidad".
Uno de ellos fue reabrir la autopista dos horas, entre las siete y las nueve de la noche, y no activar el protocolo de emergencia hasta las 23.00 horas.
Serrano ha hecho hincapié en que Iberpistas, que pertenece al grupo Abertis, no restringió de forma coordinada la circulación en las tres vías que gestiona y que tenían incidencia en la nevada: la AP-6, la AP-51 y la AP-61.
En este sentido, ha ofrecido una explicación con la exposición de numerosos gráficos de la situación en la tarde de Reyes y las decisiones "incoherentes" que Iberpistas iba adoptando, como cerrar la AP-6 a las 21:00 horas mientras la AP-51 seguía abierta o que en la AP-61 solo se restringió la circulación de camiones.
Otra de las claves que causó el colapso, en opinión de Serrano, fue que la concesionaria no solicitó que se decretara el nivel rojo de alerta en caso de nevada, que supone la obligación de circular con cadenas o neumáticos de invierno, o que no informara de la situación en los panales informativos.
Serrano ha reprochado que a las 21:00 horas, una vez cerrado el tránsito en la AP-6, el número de los vehículos atrapados en torno al kilómetro 70 era ya muy importante, si bien no se activaron hasta las 23:00 horas los protocolos de emergencia que supusieron la movilización de la Guardia Civil y de agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para rescatar a los conductores.
Por todo ello, y tras la investigación abierta por Fomento, la concesionaria será multada y tendrá que pagar "los costes en los que ha incurrido" la administración central, así como una serie de inversiones que no ha concretado.
El director de Tráfico ha iniciado su intervención pidiendo perdón a los conductores y reconociendo "fallos y errores" en la gestión y ha avanzado que se está diseñando una serie de medidas de vialidad invernal para evitar situaciones como la del primer fin de semana de enero y ha dejado claro que en esos casos la decisión de cortar una vía tendrá que corresponder a la DGT.
Serrano ha insistido en que esas situaciones han sucedido, suceden y sucederán, porque nadie puede garantizar al cien por cien que jamás vayan a producirse.
Tras la petición de que dimita por parte de Podemos, PSOE y ERC y las duras críticas expresadas por Ciudadanos, Serrano ha replicado: "Si yo tuviera conciencia de haber hecho algo que mereciera mi dimisión, los que sí me conocen saben que ya hace tiempo lo hubiera hecho".
Y ha ido más allá al asegurar que no tiene intención de cesar a funcionarios "ejemplares" ni a ninguno de los que durante 48 horas se dedicaron a hacer "lo que se pudo", ni a agentes de la Guardia Civil que integran "la mejor policía de carreteras del mundo".
"No estoy conforme ni satisfecho", ha enfatizado el director de Tráfico, quien durante su intervención ha enumerado las distintas actuaciones y avisos que desde el jueves 4 de enero se fueron realizando ante las previsiones meteorológicas que anunciaban nieve.
De hecho, ese día se llegaron a emitir 2.723 señalizaciones de aviso de nieve y de consejos de planificación de viaje en más de 800 paneles móviles, además de ampliar y reforzar los turnos de personal en los centros de gestión de tráfico e informar por todos los canales de comunicación de la DGT.
En el recorrido por las diferentes vías afectadas por la nieve, que ha explicado con fotografías y gráficos, ha contrapuesto las decisiones adoptadas ese mismo día y a la misma hora en las vías de titularidad estatal como en la N-110, que permitieron de forma "eficaz y fluida" solucionar los problemas circulatorios y de acumulación de nieve.