De los 504 fallecidos por accidentes de carretera en lo que va de año, al menos un 40% de las víctimas, casi 200 personas, pertenecían a los grupos más vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
Hasta el 4 de julio, el recuento de víctimas mortales por accidentes de tráfico reflejaba que 131 eran motoristas, 46 de ellos, peatones y 14, ciclistas. Entre las edades con más víctimas mortales aparecen dos extremos, por una parte, destaca la franja de edad de los mayores de 65 años, con más de 100 muertos, y por otra, los jóvenes de 15 a 24 años, entre los que se han producido hasta 50 accidentes mortales.
Pese al alto número de fallecidos, la comparación con el mismo periodo del año anterior demuestra una reducción en el número de víctimas de hasta un 10%. No obstante, las cifras de los primeros días de julio de este año se han cerrado con 14 muertos en la carretera más que en 2018.
Esta situación ha llevado al director general de Tráfico, Pere Navarro, a declarar acerca de la necesidad de concienciar sobre un problema que cada día supone una media de tres muertos por accidentes, sin incluir el número de heridos que terminan hospitalizados por esta causa. Navarro también ha alertado acerca del alarmante aumento en el número de muertes de los grupos más vulnerables, que presentan unas cifras que cada vez se acercan más a los fallecidos en desplazamientos sobre vehículos de cuatro ruedas.