Según las estadísticas de la Dirección General de tráfico (DGT), el radar fijo con más recaudación del 2019 está situado en el punto kilométrico (pk) 478.100 de la AP-7, en Valencia, con 5,82 millones de euros.

Le sigue el radar, también fijo, del punto kilométrico 156.000 de A-3, en la provincia de Cuenca, con multas por un valor de 5,69 millones de euros; y el del punto 79.900 de la H-31, en Huelva, con 5,63 millones de euros.

En cuanto al radar de tramo que más ingresó a las arcas públicas, fue el colocado en la AP-6 en el pk 49.200, en la provincia de Madrid, el sexto que más recaudó el año pasado, con 4,46 millones de euros.

Por el contrario, el radar más eficiente en materia de multas fue el del pk 2.800 de la VA-900, en Valladolid, pues solo captó infracciones valoradas en 100 euros. El segundo que menos aportó a la DGT fue el de la N-550, en el pk 55.800 en A Coruña (200 euros) y el tercero el de la AC-840 en el pk 14.800, también en A Coruña (300 euros).

No obstante, la recaudación total por multas de radares fijos y de tramos de 2019 fue inferior a la de años anteriores. En 2018 los ingresos ascendieron a un total de 22,76 millones de euros, mientras que en 2017 se recaudaron 223,4 millones de euros.

Durante 2018, el radar con más multas fue el del pk 3.700 de la CV-35, en Valencia, que ingresó 7,22 millones de euros. A este le siguieron el radar fijo de la A-7 en el pk 246.000, con 5,85 millones de euros) y el de la MA-20 en el pk 10.400, con 4, 84 millones de euros, ambos en la provincia de Málaga.

En 2017, el que más recaudó fue el colocado en la N-VI en el pk 59.200, en Segovia, al recaudar 6,62 millones de euros; por delante del situado en la A-44 en el pk 76.300, en Jaén, con 6,48 millones de euros, y el de la A-7 en el pk 246.000 en Málaga, con 5,29 millones de euros.