Esta presencia creciente ha tenido un impacto directo en la siniestralidad vial en España durante estos últimos 20 años: 3.841 fallecidos en siniestros viales en vías interurbanas en 2004, 1.273 en 2023, un tercio menos, según la Dirección General de Tráfico (DGT).

Puntos fijos y tramos

Actualmente, las autopistas, autovías y carreteras convencionales nacionales (excepto en Cataluña y País Vasco, donde las competencias del tráfico están trasferidas) están equipadas con 763 puntos fijos de control de velocidad, entre ellos 90 radares de tramo para medir la velocidad media de cada vehículo que recorre el tramo.

Casi todos ellos -un 90%- son cinemómetros del tipo ‘Doppler’: son ‘radares’ propiamente dichos, cuya tecnología emplea ondas electromagnéticas para medir distancias, altitudes y direcciones… y velocidades de vehículos en movimiento (ver infografía). El resto de los equipos -un 10%- emplea la tecnología láser: una línea de luz láser a lo largo de cada carril se proyecta varias veces sobre el vehículo en décimas de segundo y calcula su velocidad (ver infografía en la página anterior).

Todos estos equipos de medición de velocidad fijos funcionan con un margen de error mínimo (tan solo un 1%). Para garantizar que cumplan su cometido con la mayor precisión, cada año deben pasar por el Instituto Nacional de Metrología, que los revisa y calibra. Respecto a su ubicación en las carreteras, los radares se instalan sobre tres tipos de soportes distintos, situados en los pórticos sobre la calzada y en los laterales de la vía en cabinas y postes, en tramos de carretera con mayor siniestralidad.

La DGT podría poner más radares de tramo tras el adiós a los 20 km/h extra para adelantar
La DGT podría poner más radares de tramo tras el adiós a los 20 km/h extra para adelantar | Getty Images

Móviles y aéreos

Junto a los radares fijos, la vigilancia y el control de la velocidad en las carreteras también se realiza a través de los 430 radares móviles operados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) en trípodes desde los márgenes de la carretera o desde coches patrulla:

A los radares fijos en las carreteras y móviles de la ATGC, se suman los radares aéreos de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT operativos en 11 helicópteros -dotados recientemente de cámaras digitales de mayor resolución- que en 2023 enviaron cerca de 20.000 propuestas de sanción por infracciones de los límites de velocidad al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (CTDA).

Desarrollo tecnológico

La evolución de la tecnología de las comunicaciones ha sido fundamental en el control y la vigilancia de la velocidad en las carreteras: hace dos décadas, la ubicación de los radares estaba condicionada por la proximidad a una acometida eléctrica y a la disponibilidad de las conexiones de fibra óptica.

Actualmente, los nuevos equipos alimentados por energía solar y dotados de conectividad por redes 3G, 4G y 5G han superado estas limitaciones de forma que es posible instalar radares donde son realmente necesarios, incluso en ubicaciones remotas. Asimismo, el desarrollo técnico de cámaras y flashes ha permitido captar imágenes legibles en condiciones de poca luz, dentro de túneles o incluso de noche.