Existen más de 200.000 kilómetros de red de calzada única en España. En ellos se producen el 75% d los accidentes mortales. Con el fin de reducirlos, la DGT propone reducir el limite de velocidad en carreteras convencionales a 90 km/h.
La medida ha suscitado reacciones diversas. Las asociaciones de víctimas aplauden la norma: defienden que a mayor velocidad, mayor número de accidentes y mayor gravedad de los mismos.
Las asociaciones de automovilistas, sin embargo, denuncian que se trata de una medida un poco premeditada y poco efectiva.
Los conductores catalanes son los que este año han experimentados más cambios. A la reducción de 110 km/h en las autovías, se suma la eliminación de la 'zona 80' en los accesos a la ciudad. De ahí el descontento del servicio catalán de tráfico, que acusa a la DGT de jugar a la tómbola con las velocidades.
Polémicas aparte, el dato exige soluciones. En 2010, 1.300 personas perdieron la vida en vías de este tipo.