"Las mujeres con algún tipo de discapacidad sufren una doble discriminación porque la mayoría de recursos que existen no están adaptados", según denuncia Natalia Salvo, directora general del Instituto Aragonés de la Mujer y recoge el periódico Heraldo.

No hay estadística porque las bases de datos no contemplan si las mujeres que sufren violencia de género tienen algún grado de discapacidad. Sin embargo, se calcula que hay un gran porcentaje de discapacitadas entre las víctimas.

Tampoco se tiene constancia de qué tipo de violencia suelen sufrir más. No obstante, Victoria Ledesma, coordinadora de la Unidad de Atención a víctimas de abuso con discapacidad intelectual, que se coordina desde ATADES, ha señalado que “en el caso de las mujeres con discapacidad intelectual, la prevalencia a sufrir abusos respecto del resto de la población es diez veces más”.

Tal y como ha apuntado Ledesma, las mujeres que sufren minusvalía intelectual a veces "presentan dificultades a la hora de establecer la relación espacio-tiempo o de comunicación", lo que provoca que sean "menos creíbles" a la hora de denunciar e incluso se pueden llegar a desestimar casos.

Este protocolo se está impulsando a la par que se revisa y mejora el protocolo general de violencia de género de Aragón.