Jennifer y Estefanía desde muy pequeñas, escondidas en su habitación, escuchaban las palizas que daba su padre a su madre. "Nos ha robado la infancia, nos ha quitado la juventud y nos ha destrozado la vida", aseguran. Cuando Estefanía tenía 14 años lo denunció, pero su madre no siguió adelante y retiró la denuncia. En 2015 la mató a golpes y a la muerte le siguió un calvario judicial. El Tribunal Supremo ha condenado al padre a 21 años de cárcel después de tres recursos. Desde prisión amenazaba por carta a sus hijas y han tenido que denunciar al Banco y al asesino por alzamiento de bienes. Muy despacio aprenden a vivir sin su madre, pero no asimilan la crueldad de su padre. En los últimos 5 años, unos 200 niños han perdido a sus madres por culpa de la violencia de género. Antena 3 Noticias y la Fundación Mutua Madrileña siguen en campaña.