Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se ha celebrado este domingo, las Vocalías han lanzado un comunicado en el que han lamentado las condiciones en las que el médico de Familia ha de afrontar este problema en su consulta. "No son las idóneas, se requiere una serie de factores que actualmente no se reúnen", señalan.

Entre estos factores, destacan la coordinación, continuidad en la asistencia, detección precoz y, sobre todo, tiempo, ya que como lamentan "la masificación de las consultas impide dedicar los minutos necesarios para detectar este problema de primer orden para la sociedad española y para ofrecer las soluciones oportunas a sus pacientes víctimas de violencia de género", insisten.

Casi la mitad de los médicos de familia tienen cupos de más de 1.500 personas, que suponen "sobrecarga de trabajo en consulta diaria, que se agrava con la falta crónica de sustituciones en las ausencias de los compañeros del centro de salud y en demasiadas ocasiones a pesar de atender 40, 50 o más consultas diarias un importante porcentaje de médicos de familia tienen demoras excesivas", según advierten.

En estas condiciones, "y con agendas en las que se citan pacientes cada cinco minutos", ven "muy complicado" realizar las tareas necesarias para detectar los factores de riesgo, buscar los indicios para relacionar ciertas patologías con violencia de género, o interrogar detenidamente para detectar casos en los que la propia víctima no es consciente de que está sufriendo violencia de género. "Se necesita mucho más tiempo para abordar estos casos sin ofender a la propia víctima, desde luego es prácticamente imposible en cinco o incluso diez minutos", inciden de nuevo.

En el informe AP25, publicado el año pasado por estas Vocalías nacionales de Atencíon Primaria, se estimaba la necesidad de contratar más de 2.200 médicos de familia en el SNS, con un coste de unos 100 millones de euros anuales, para que los cupos no excedan las 1.500 personas, con lo que "las consultas no estarían tan masificadas, se podrían asumir más fácilmente las acumulaciones y, sobre todo, se tendría más tiempo para dedicar a los pacientes y muy especialmente a las víctimas de violencia de género".

Para ellos, está en manos de las Administraciones facilitar, con un "pequeño incremento" de plantilla en determinados centros, que se "pueda disponer de ese tiempo imprescindible". Como se recuerda desde estas Vocalías, la violencia de género "precisa un abordaje integral y la coordinación de profesionales e instituciones implicadas". "El médico de Atención Primaria, por su accesibilidad, continuidad en la asistencia y conocimiento del contexto familiar, tiene un papel fundamental, ya que casi todas las víctimas acuden al centro de salud al año siguiente de haber sufrido la agresión con un incremento de la frecuentación en la consulta", destacan.