Durante el primer cuatrimestre de 2016 se han registrado dieciséis muertes por violencia de género. Además, hay tres casos más de mujeres que fallecieron en circunstancias semejantes y de los que todavía no hay confirmación oficial que certifique si fueron víctimas de este tipo de violencia.

Los datos suponen un grave repunte de las víctimas en relación al 2015, donde a estas alturas del año habían perecido nueve mujeres a manos de sus parejas, la cifra más baja en víctimas de violencia de género desde que se comenzó a elaborar esta estadística en 2003.

De las dieciséis mujeres asesinadas durante este año, siete habían presentado denuncias previas por maltrato, mientras que en más de la mitad de los casos no existían antecedentes de esta índole. Cinco de ellas contaban con medidas de protección, aunque una acabó renunciando a la misma. Según datos oficiales, dos de las víctimas contaban con medidas de protección en vigor cuando fueron asesinadas.

Diez de las víctimas mantenían relación con sus homicidas, mientras que las otras seis habían roto sus relaciones o se encontraban en pleno proceso de separación antes de producirse el crimen. Con estos asesinatos, ocho niños han quedado huérfanos de madre.