Con este proyecto, la Asociación ALMA pretende ayudar a las víctimas de los malos tratos. Todavía es un prototipo y en estos momentos los investigadores trabajan para reducir su tamaño, con la finalidad de poder camuflarlo y hacerlo lo más invisible posible.  En concreto, el dispositivo sirve para que las víctimas puedan demostrar ante la justicia que han sido maltratadas  con la grabación de sonido. 

Cómo funciona
Si la víctima lo activa, automáticamente le llegará una señal de alerta al centro de control indicando los datos de la víctima y la localización de la misma. Este centro de control puede estar gestionado por una central, como ocurre con el Centro Cometa que gestiona las pulseras de alejamiento, o, para una mayor eficacia, puede estar gestionado por cualquier cuerpo de seguridad, policía nacional, guardia civil o policía local. 

De esta forma cada comisaría podrá gestionar directamente la atención de las víctimas que tienen asignadas. Además esto favorece su rápida inserción, ya que puede ser un sistema de seguridad implantado por el Estado o puede implantarse directamente por cualquier municipio, sin tener que esperar a que el Estado imponga su uso. Al mismo tiempo que el dispositivo envía la alerta y localización a los cuerpos de seguridad o centro de control, el dispositivo comenzará a realizar una grabación de audio de lo que ocurre al igual que realiza el dispositivo Atenpro, que podrá usarse como prueba ante una posterior denuncia.

El dispositivo ha sido creado pensando también en las víctimas que todavía conviven con su agresor y no han tomado aún la decisión de interponer una denuncia, o aquellas a las que se les ha terminado la orden de alejamiento, sin que esto signifique que están fuera de peligro. 

Se trata de una combinación de las pulseras de alejamiento y el sistema Atenpro pero con la peculiaridad de que es un dispositivo camuflado que facilita que pueda llevarlo cualquier víctima con la máxima discrepción.  Con un precio que rondará los 350 euros, se diferencia de los otros sistemas porque puede avisar a cualquier cuerpo de seguridad y cuenta con la figura del Socorrista Anónimo.  La Asociación ALMA le ha añadido la figura del Socorrista Anónimo.

Esta función se activa a través de una 'app' y puede ser cualquier persona elegida por la víctima: familiares, vecinos, amigos, etc. Así, la víctima, por medio del dispositivo, podrá contactar con esa persona de confianza si necesita ayuda. Esta figura del socorrista podrá acudir a ayudar a la víctima siguiendo un protocolo de actuación que está siendo diseñado por los cuerpos de seguridad.  El objetivo de esta función es ganar tiempo.

La Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Extremadura ha cedido todos los beneficios que se puedan obtener en un futuro, a través de la patente, a la Asociación ALMA contra la violencia de género.