La Inteligencia Artificial ha llegado a la música cargada de polémica. Esta tecnología generativa, capaz de replicar la voz, la modulación y la entonación de artistas reconocidos como Justin Bieber, Ariana Grande o el grupo Oasis, lleva semanas generando debate en las redes sociales. Prueba de ello, las reacciones frente a la canción viral Heart on my sleeve del dúo ficticio entre Drake y The Weeknd. El single, generado por un software de IA de fácil uso y publicado por el usuario @Ghostwriter977 en TikTok, ha amasado millones de visualizaciones con comentarios como “Veo mucha gente tranquila con esto. A mí me da miedo” o “Me encanta la era de la Inteligencia Artificial, para ser honestos”.

Tal fue el éxito de la canción que pronto la creación se hizo un hueco en las plataformas de distribución musical como Spotify y Apple Music, pero acabó siendo retirada por una cuestión de derechos. El motivo: el uso no autorizado de un sámpler original del rapero Future, que nada tenía que ver con la utilización de las voces de otros artistas.

Al parecer, cualquier usuario con conocimientos básicos puede crear un tema con la voz de un cantante popular sin necesidad de solicitar permiso al artista. De hecho, hasta el conocido DJ David Guetta colaba lo que parecía la voz de Eminemen una de sus actuaciones en directo el pasado febrero y afirmaba que no lanzaría la canción comercialmente. Tanto es así que existen herramientas como Aspirioque brindan la capacidad de crear canciones personalizadas a partir de modelos de voces, respetando, según el CEO y fundador Gerónimo Marsico, los derechos del artista.

“Nuestro objetivo principal al desarrollar Aspirio fue proporcionar una solución que permitiera a los músicos monetizar de manera ética y transparente su base de fans existente, a la vez que ofrecía una experiencia única para cada oyente”, explica el creador. Así, la herramienta permite crear canciones personalizadas según el usuario o regalos musicales a través de la IA.

La libertad y la facilidad de modelar y usar voces generadas con IA inquieta tanto a creadores como a usuarios y a los sellos discográficos, que han decidido tomar cartas en el asunto. Universal Music Group, una de las discográficas más relevantes a nivel mundial, reclamó a las plataformas musicales de streaming, como Spotify o Apple Music, que tomaran medidas sobre el uso de la IA generativa, tal y como reportó el Financial Timesen abril.

El sello discográfico pedía a las plataformas que no permitieran a las compañías de IA acceder sin permiso a su catálogo musical para entrenar a los algoritmos generativos. “Si no se controla la reciente y explosiva evolución de la IA generativa, habrá una avalancha de contenidos no deseados en las plataformas y problemas con respecto a la legislación vigente sobre derechos de autor”, afirmó el presidente de Universal Music Group, Lucian Grainge, de acuerdo con lo publicado por el medio británico.

La regulación, el próximo paso en la IA generativa musical

Las herramientas de IA están usando contenido preexistente para crear contenido nuevo. Se usa de tal manera que, al escuchar la voz de la canción, recuerda indudablemente a la original. “Hay un uso no autorizado de un contenido preexistente y queda en un limbo a quién corresponden los derechos, sin que perciba nada el titular”, explica José Ramón Gil, abogado especializado en propiedad intelectual del despacho Lex Juridic.

A pesar de que en estas creaciones musicales se usa un elemento identificativo como es la voz, es la propia grabación de esta la que generaría, según cuenta José Ramón Gil, los derechos de autor. “En este caso, al crear un contenido que simula la manera de interpretar de un determinado cantante, lleva a confusión [en términos de los derechos de autoría]”, afirma el letrado. “¿De qué modo pueden hacer uso de los contenidos previos, de manera consentida, y remunerando a los titulares de los derechos? ¿De qué manera se protege el derecho moral de un artista?” Esto es lo que hay que regular para establecer las reglas que permitan compaginar los contenidos preexistentes con los nuevos”, reflexiona.

Para el experto, la solución a estas cuestiones pasa por regular la tecnología con una normativa que “pueda adaptarse a los cambios tecnológicos, ágil y eficaz”. Las propuestas actuales están valorando, según explica el abogado especializado en propiedad intelectual del despacho Lex Juridic, crear las denominadas “etiquetas nutricionales” que servirían para identificar qué datos han sido usados por la IA para crear un determinado contenido o poner en marcha agencias reguladoras de todo lo relacionado con la IA.

Así, el especialista afirma que, en la actualidad, la IA no cambiará la forma de cómo se explota el contenido, sino de cómo se crea ese contenido. “Esto es lo que hay que regular ágilmente y bien para no perjudicar los derechos de autor”, reitera José María Gil.