Tras meses de intensos debates sobre las consecuencias del uso desmedido de teléfonos móviles en las escuelas, el Ministerio de Educación ha propuesto formalmente la prohibición del uso de estos dispositivos durante el horario lectivo para estudiantes de primaria y secundaria. La iniciativa, liderada por la ministra Pilar Alegría, busca abordar la creciente preocupación en la sociedad sobre los efectos negativos de los móviles en el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes.
La propuesta fue presentada durante la Conferencia Sectorial convocada este miércoles, donde Alegría planteó la necesidad de abordar de manera urgente la regulación del uso de smartphones en colegios e institutos. Según la ministra, esta es apenas una primera medida que deberá ser sometida a un debate exhaustivo con la comunidad educativa antes de su implementación definitiva.
¿En qué consiste la prohibición?
La propuesta implica la prohibición total del uso de teléfonos móviles en primaria y secundaria, excepto en el caso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En este nivel, se permitirá el uso del móvil siempre y cuando sea considerado una herramienta de apoyo al proyecto pedagógico y esté bajo la supervisión del profesor. Esta excepción busca equilibrar la necesidad de adaptarse a la tecnología con el objetivo principal de mantener un ambiente de aprendizaje libre de distracciones.
La ministra Alegría enfatizó que la propuesta busca cerrar este tema lo antes posible y se comprometió a reunirse con las comunidades autónomas a principios de enero para buscar una solución consensuada y adecuada. Aseguró que los representantes educativos de cada región han recibido la propuesta de manera positiva, lo que augura un proceso de debate y reflexión fructífero.
El Gobierno español se une así a la preocupación global sobre el impacto del uso excesivo de dispositivos móviles en el ámbito educativo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 25 % de los niños de 10 años y el 50 % de los de 11 ya poseen un teléfono móvil. A partir de los niños de 12 años el porcentaje alcanza el 70 %.
¿Prohibir o educar?
A pesar de que la OCDE se ha sumado al debate reconociendo que estos dispositivos representan una fuente significativa de distracción para los alumnos, la postura difiere de la propuesta planteada en España. En su informe PISA 2022, el organismo sugiere que la solución no es prohibir de manera tajante el uso de los móviles, sino enseñar a los jóvenes a hacer un uso "adecuado" y "moderado". La organización aboga por empoderar a los estudiantes para que puedan discernir cuándo y cómo utilizar estos dispositivos de manera responsable.
En el contexto internacional, países como China, Alemania, Francia e Italia ya han implementado medidas para restringir el uso de dispositivos móviles entre niños y adolescentes, preocupados por los posibles efectos nocivos en la salud. En España, solo tres comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid) regulan actualmente el uso de móviles en el ámbito escolar.
La propuesta de Educación también responde a la preocupación de padres y madres, instituciones educativas y docentes. El pasado mes de noviembre, dos profesoras de educación secundaria de Cataluña recogieron más de 63.000 firmas en el Congreso para prohibir el uso de móviles hasta los 16 años.
En este sentido, la ministra Alegría reconoce que las problemáticas asociadas al uso de móviles trascienden las puertas de las escuelas, pero considera que la propuesta es un punto de partida necesario para frenar y reducir ciertas tendencias. El compromiso del Gobierno español de adoptar medidas para regular el uso de los móviles refleja la preocupación por la alarma social generalizada sobre los impactos negativos en el rendimiento académico y la salud mental de los estudiantes.