En España, nueve de cada diez personas usa las redes sociales y pasa de media casi dos horas al día en ellas, según el último Digital Report 2022. Además, según un estudio de UNICEF, uno de cada tres adolescentes hace un uso no adecuado o problemático de internet y de sus redes sociales.

Cuando los jóvenes ponen una pantalla de por medio la usan como un escudo a través del cual todo tipo de comentario es lícito. Las pantallas parecen diluir ese comportamiento cívico y abren la puerta a todo tipo de comentarios que no tendrían cabida en la vida real. Así, en las redes proliferan todo tipo de comentarios en tweets hacia mujeres, en fotos en Instagram o a través de WhatsApp que perpetúan y agravan la violencia de género entre los más jóvenes en un mundo virtual sin filtros.

Las redes sociales y las plataformas virtuales sirven para reivindicar la igualdad de género, pero también amplifican el legado patriarcal entre los más jóvenes. En las redes sociales está presente la cosificación e hipersexualización de las mujeres a través de sus fotos o publicaciones en redes como Instagram. Pero, también sufren violencia a través de los comentarios sexistas o el cibercontrol en otras plataformas. El 38% de las adolescentes en España se autocensuran y reducen el uso en las redes sociales por el acoso online que sufren, según un estudio de Plan International.

El uso generalizado de estas redes sociales por parte de los jóvenes y adolescentes sin una educación específica en igualdad y prevención de la violencia de género, hace que este tipo de mensajes tengan cabida dentro de la normalidad en las redes sociales de las generaciones más jóvenes.

La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, Ada Santana, explica en una entrevista con Levanta la cabeza que los jóvenes utilizan las redes sociales con total impunidad y no hay nada que “fiscalice” esos mensajes y comportamientos que hacen que las generaciones más jóvenes estén expuestas a “mensajes y comportamientos machistas que todavía ellos no saben medir”, añade.

La violencia digital tiene mayor presencia entre los más jóvenes, que usan estas redes a edades cada vez más tempranas. “Pueden considerar que un comentario homófobo o racista que tiene muchos likes es algo que está bien y eso no es algo que sea correcto”, comenta Santana.

De acuerdo con los parámetros establecidos por el Ministerio de Igualdad, algunos de los signos que indican que hay violencia digital son:

  • Acosar, controlar o espiar a tu pareja a través de su móvil
  • Interferir en sus relaciones en internet con otras personas
  • Censurar las fotos que publica en redes sociales
  • Obligarla a que envíe imágenes íntimas
  • Exigir que tu pareja demuestre dónde está con su geolocalización
  • Comprometerle para que facilite sus datos personales
  • Enfadarse por no obtener una respuesta inmediata en WhatsApp

Sin embargo, a juicio de Santana, para paliar este tipo de comportamientos machistas haría falta “una mayor investigación de la violencia de género en el mundo digital acompañada con campañas dirigidas a jóvenes”, así como formaciones dirigidas al lenguaje que se utiliza o planes de prevención.

“Los jóvenes nunca van a llegar a frenar estos comportamientos si no identifican que eso es violencia. No estamos sensibilizando a los jóvenes de que la violencia de género también está en las redes con el ciberacoso”, puntualiza Santana.

Por este motivo, desde Levanta la Cabeza hemos hablado con distintas jóvenes, para saber cómo actúan ante una situación de violencia digital, y si conocen y utilizan herramientas tecnológicas para proteger su integridad.

Amaya García y Marina Jiménez, dos jóvenes navarras de 18 años, aseguran que responden a los mensajes con lenguaje sexista en redes sociales. Jiménez dice que sube contenido para “visibilizar y promover la igualdad en las redes”, y García que denuncia siempre que puede los comentarios “que atentan contra otras mujeres o sus cuerpos” a través de fotos en Instagram.

“Las redes son un espacio en el que la violencia machista está muy presente, por la posibilidad de escribir anónimamente”, añade la joven Edurne Garde, de 23 años, que admite que nunca se ha autocensurado a la hora de subir fotos.

Tecnología para prevenir la violencia digital

Para tratar de prevenir la violencia de género, y promover la igualdad en las redes sociales, se han lanzado aplicaciones -tanto a nivel estatal como autonómico- que permiten hacer un autoanálisis del grado de machismo que existe en las relaciones entre personas jóvenes. Estas, permiten identificar esos patrones o comportamientos, para tratar de erradicarlos.

“El principal problema es que estas aplicaciones no son conocidas por personas jóvenes, no se les habla de ellas”, asevera Santana.

García y Jiménez son un ejemplo de ello. Ambas aseguran que ni las utilizan ni las conocen, pero admiten que tienen potencial para “concienciar y ayudar a que los jóvenes se pongan en contra de comentarios machistas”.

Entre las aplicaciones que buscan sensibilizar a los jóvenes sobre la violencia digital y de género se encuentran Relación Sana, desarrollada por el Portal de igualdad de la Región de Murcia, que muestra los beneficios de una relación equilibrada y da las claves a estos jóvenes para detectar si es tóxica o violenta ofreciendo recursos para poder abordar la situación de la mejor forma posible.

La Junta de Andalucía lanzó la app Olimpia, que a través de la gamificaciónproporciona herramientas para mejorar la educación afectivosexual de los jóvenes.

Dentro de la plataforma, los conocimientos se adquieren completando sopas de letras, uniendo imágenes con diferentes conceptos de género, o un cuestionario tradicional para desmitificar algunas creencias sobre la sexualidad.

También la plataforma Actúa, de la Junta de Andalucía y Fundación Cajasur, se dirige a la atención sanitaria de personas que han sido maltratadas, y, además, especifica cómo se debe actuar de una forma correcta ante una urgencia.

Por su parte, el Ministerio de Igualdad lanzó en 2020 Pillada por ti una aplicación móvil basada en un cómic de Cristina Durán y Miguel A. Giner editado por la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género nueve años antes. A través de las viñetas del relato, que refleja una relación abusiva, busca prevenir la violencia machista.

Y también a nivel global, aplicaciones como SafeUp, fundada por la israelí Neta Schreiber, dirigida a que las mujeres puedan caminar de una forma segura por la calle. Permite estar conectada las 24 horas del día y, a través del GPS que te geolocaliza, se puede pulsar el botón SOS del pánico; y compartir tu ubicación en tiempo real con una lista de contactos elegida previamente. Eso sí, también tiene su parte negativa: la geolocalización podría volverse en contra de la víctima si está controlada por el agresor, y por el momento está solo disponible en inglés.