Si antes de la pandemia el uso de herramientas tecnológicas era una elección para las pymes, la crisis provocada por el COVID-19, las restricciones sanitarias y las limitaciones de horarios y aforos, lo han convertido en una obligación urgente. Pero, ¿por dónde empezar? Hacemos un repaso a las propuestas digitales que más que pueden echar una mano en tu pequeño negocio.

Antes que nada, trazando un plan sobre las necesidades de la empresa para adaptarse a la situación actual y a continuación, buscando las soluciones tecnológicas que lo faciliten. La digitalización tiene que responder a propósitos claros para que sea efectiva y adecuarse también a los recursos disponibles. El Gobierno anunció en enero la puesta en marcha del Plan de Digitalización de Pymes 2021-2025, una iniciativa que tiene como objetivo la puesta en marcha de medidas para digitalizar este segmento. El plan pretende alcanzar a 1,5 millones de pymes, y para ello la inversión prevista casi alcanza los 5.000 millones de euros en ámbitos como el comercio electrónico, el turismo o la industria.

La importancia de la venta online

Según el estudio de nuevos hábitos post COVID de Celside Insurance, un 50% de los españoles compra online al menos una vez a la semana, y el 76 % afirma realizar más compras online ahora que antes de la pandemia.

Marta Gonzalez de la Peña Luque, responsable de RRSS en Two June, una tienda de complementos y joyas de Sevilla, nos confirma con su experiencia el aumento de ventas online: “La situación desde el confinamiento, justo vamos hacer ahora un año, ha cambiado mucho, llegando a ser un 60 % la venta online y un 40 % la tienda física. Hace un año era justo al revés.”

Tener una web propia es la mejor carta de presentación. Su coste inicial y mantenimiento dependerá de si quieres crearla utilizando una plantilla de wordpress, como woocommerce, o si prefieres una tienda personalizada utilizando plataformas como PrestaShop o Magento, para lo que es recomendable contar con especialistas en diseño y desarrollo web.

Otra opción es la de vender tus productos en un marketplace. El más conocido y todopoderoso es Amazon, que permite llegar de forma fácil a una gran audiencia de consumidores, aunque se quedará con una parte de los beneficios y tendrás que competir en el mismo espacio con otros vendedores.

También existen alternativas más sencillas para empezar, como configurar una tienda online en Facebook o Instagram, o crear un catálogo a través de WhatsApp Business con el que ofrecer tus productos de forma muy fácil. Y si tienes un bar o restaurante y lo que quieres es vender comida a domicilio puedes hacerlo a través de plataforma sde delivery, aunque te cobrarán una comisión o cuota fija por los pedidos.

Visibilidad y comunicación con los clientes

Estar en las redes sociales ayuda a aumentar la visibilidad de los negocios, un punto imprescindible para mantener o aumentar las ventas, tanto online como en tienda física, y mejorar la comunicación con los clientes.

Para Two June, Instagram y Facebook son actualmente los canales principales para llegar a más clientes, incluso han optado por publicitarse en estas redes para ganar más mercado a nivel nacional.

“Instagram, por ejemplo, deriva directamente a la web y te permite, no sólo explicar tu producto con fotos y videos, si no tener una relación muy directa con el cliente. Es muy importante tener un contacto diario con ellos (realizar post diarios) y contar todas las novedades, cuanto más vídeos, reels, etc… más posicionamiento consigues, es decir más personas pueden ver tu perfil, así ganas seguidores que en un futuro serán clientes. Esta es la clave de la venta on line hoy en día”, asegura Marta.

Facebook tiene 22 millones de usuarios en España. E Instagram, 20 millones. Queramos o no, son las mejores alternativas para dar a conocer tu tienda online. Otras vías de comunicación con los clientes son Twitter o WhatsApp. Aunque esta última no sea técnicamente una red social, es la aplicación favorita para los mayores de 65 años.

En Two June “utilizamos una app en nuestra web, Joinchat WhatsApp, para hablar directamente con las clientas, hay señoras que aun no saben comprar por web y les gusta, no sólo que les aconsejes, si no hacer el pedido de otra manera. Prefieren hacer una transferencia bancaria y no un pago con tarjeta, necesitan una atención más personalizada y por WhatsApp es más fácil conseguirla.”

Por otra parte, Google My Business permite crear de forma gratuita un perfil de tu negocio que aparecerá en el buscador de Google y en Google Maps, donde podrás informar de tus servicios, enlazar a la web, actualizar el horario etc.

YouTube es otro buen escaparate si das clases online o tus productos requieren una elaboración o montaje que es interesante mostrar. Alizia Romero, cantante profesional, vocal Fixer y coach, utiliza varios canales para dar clases a cantantes o actores. “Mi canal de YouTube antes de la pandemia tenía un público diferente al del resto de mis redes sociales. No hay ningún canal que me ayude más que los demás, todos colaboran, aunque en mi caso tengo que añadir que el boca a boca sigue funcionando porque mis alumnos me recomiendan a otras personas.”

Del servicio presencial al virtual

Las herramientas digitales no sólo han supuesto una salida para vender productos, también para ofrecer una gran diversidad de servicios online: desde consultas con profesionales como abogados o psicólogos, visitas virtuales de las inmobiliarias o sesiones de gimnasio, hasta todo tipo de clases; idiomas, canto, yoga, preparación de oposiciones etc.

Como aconseja Alizia a quien se esté iniciando en las clases online: “Sobre todo que use herramientas que conozca y que se informe mucho hasta encontrar el medio que mejor le funciona. Hay mucha información a fácil alcance que te permite desarrollar tus habilidades con cualquier herramienta, plataforma, red social o cualquier otro asunto relacionado con tecnología. Antes de practicar con alumnos, habla con amigos o familiares para probarlo todo y estar más que preparado para cuando comiences a impartir las clases online. Entiendo que hay personas que tengan reticencias todavía a trabajar así, pero no es el futuro, es el presente”.

La digitalización va más allá de captar clientes o adaptar tu venta de productos y/o servicios. También ayuda a mejorar los procesos internos, automatizar tareas, medir resultados y garantizar la seguridad. En definitiva, nos sirve para optimizar recursos, tener un negocio seguro y sacar todo el partido posible a las horas de trabajo.

Al inicio de la pandemia vimos algunos negocios adaptarse rápidamente a herramientas como los códigos QR para sustituir las cartas físicas de los restaurantes, o a las aplicaciones para gestionar reservas o citas previas online. Se implantaron con el fin de evitar colas o aglomeraciones, pero han servido también para ahorrar a las empresas tiempo de organización y atención telefónica.

Los servicios de almacenamiento en la nube se han vuelto imprescindibles para facilitar el trabajo tanto entre empleados como en la relación con los clientes. Permiten entre otras muchas gestiones, almacenar y compartir archivos de forma segura y sincronizada desde cualquier sitio, gestionar el correo corporativo o crear proyectos colaborativos en diversos formatos.

En la misma línea, los gestores de tareas y las herramientas colaborativas facilitan la organización y ahorran tiempo, al igual que la contabilidad y facturación digital, que también supone un ahorro de costes.