Un periodista belga de la cadena de televisión VRT NWS levantó la liebre al sacar a la luz casi un millar de grabaciones. Google reconoció entonces que "expertos en el lenguaje" se encargan de escuchar y transcribir diferentes escuchas, de manera aleatoria y solo un 0,2 %.
La polémica con los altavoces inteligentes no cesa, Amazon reconoció que transcribía y guardaba todo lo que escuchaba Alexa, su asistente de voz. Y ahora Google tiene el foco puesto después de que un trabajador de la compañía aseguraba que su función era escuchar fragmentos de audio de los usuarios y transcribirlos.
Conversaciones privadas con familiares o con el propio altavoz quedan registradas y son escuchadas por trabajadores de la empresa, que hasta este momento siempre se ha mostrado reticente para reconocer este tipo de prácticas. Google ha anunciado que tomará medidas legales contra el empleado que filtro las grabaciones por filtrar datos confidenciales.