Todo tipo de estudios relacionan la actividad física con un incremento de los beneficios asociados a la salud cardiovascular, del hígado e incluso del propio cerebro. No obstante, en este último caso, la mayoría de investigaciones tan solo se centraban en las ventajas que tenía el ejercicio sobre el cerebro de forma indirecta. Por ejemplo, mantener un corazón sano supondrá una mejor oxigenación de todo el cuerpo y, por tanto, también del cerebro.

Pero ahora, una nueva investigación ha descubierto que actividades deportivas breves y descontinuadas, aumentan las funciones de un gen que incrementa las conexiones neuronales en el hipocampo; que es el área del cerebro relacionado con la memoria y el aprendizaje.

De esta forma, los autores del estudio se han centrado en sesiones ocasionales de ejercicio, y sus beneficios para el organismo. Como declaraban los científicos, “los estudios previos se han centrado, sobre todo, en una actividad deportiva mucho más sostenida en el tiempo”, sin embargo, el número de estudios que tratan las ventajas de sesiones de ejercicio sobre la actividad cerebral de manera más directa son mucho más escasos.

Los resultados de la investigación subrayan que el ejercicio equivalente a 4.000 pasos diarios se traduce en un importante aumento de las sinapsis en el hipocampo. Esto se debe a la actividad de distintos genes, como el Mtss1L, que supone el crecimiento de una serie de neuronas gracias a pequeñas descargas de ejercicio físico. De esta forma, nuestro cuerpo acaba por desarrollar las mismas funciones que si se estuviera preparando para el aprendizaje.