Uno de los esfuerzos para acabar con las altas tasas de obesidad podría pasar por sustituir los productos que proporcionan las máquinas expendedoras, por alimentos más sanos. Desde la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) declaran que esto no solo ayudaría a llevar hábitos más saludables, sino que podría suponer un completo cambio en la forma en que se alimentan multitud de personas en nuestro país.

Por ello, desde esta asociación sin ánimo de lucro recomiendan empezar con una sustitución de todos los productos que pueden adquirirse a través de estas máquinas en todos los espacios con financiación pública, como colegios, hospitales o centros deportivos. Además, para garantizar una nutrición completa y saludable, demandan que se incluyan nuevas fuentes de agua en cualquiera de estos centros, y que se facilite a todo el mundo el suministro de agua potable.

Para lograr estos objetivos, desde la SEE recomiendan que se lleve a cabo un análisis de los productos proporcionados por máquinas expendedoras. De esta forma se podrían valorar los niveles de determinadas sustancias menos sanas, como grasas trans, grasas saturadas, sal o azúcar. Esta medida, que también se extendería a las máquinas expendedoras de otros centros con financiación estatal, conseguiría reducir los niveles de obesidad actuales. Y, como informan desde la Sociedad Española de Epidemiología, sería una solución con un coste muy reducido para la administración.