El tipo de accidente nos da pistas sobre las actuaciones en las que los conductores debemos extremar nuestra atención. Si tenemos en cuenta además que el 70% de las víctimas en zona interurbana se producen carreteras convencionales es necesario ser consciente del condicionante que representa la circulación de este tipo de vías y poner medidas de precaución adicionales.
Cuando habitualmente por vías de dos carriles o más para el mismo sentido, perdemos la costumbre de adelantar y esta maniobra es de las más peligrosas por lo que ante la menor duda mejor desistir y esperar a mejor ocasión (ver el decálogo de un buen adelantamiento), Las carreteras estrechas y muy viradas hacen que algunos conductores invadan parcialmente el carril contrario en las curvas a izquierdas (3,14 % de las infracciones en accidentes con víctimas). Especialmente en carreteras con poca o nula visibilidad debemos ser especialmente despilonados en mantenernos en nuestro carril bajo cualquier circunstancia. Al acercarnos a un grupo ciclista o grupo de ciclistas hemos de saber que debemos dejar una separación lateral de al menos 1,5 metros y que podemos invadir parcial o totalmente el carril contrario, incluso con línea continua, siempre que no pongamos en peligro al resto de usuarios de la vía.