Hasta el 17 de abril se producirán 14,8 millones de desplazamientos -300.000 más de los previstos el año pasado-, aunque en la primera fase, es decir desde las tres de la tarde del viernes y hasta las doce de la noche del domingo de Ramos, el número de viajes rondará los 3,8 millones, según datos ofrecidos por la DGT.

Los principales destinos serán zonas turísticas de costa, lugares de segunda residencia, poblaciones con actos religiosos y áreas de montaña, la mayoría con origen en las grandes ciudades.

Durante la Semana Santa del año pasado, 41 personas perdieron la vida en las carreteras españolas -entre las que se incluye la tragedia de las 13 chicas Erasmus que murieron en un accidente de autobús en Tarragona-, siete más que las registradas en el mismo período en 2015.

Los datos de siniestralidad en lo que va de año son más alentadores, puesto que durante el primer trimestre se registraron 252 víctimas mortales en las carreteras, 22 menos que entre enero y marzo de 2016.

Con el deseo de mantener esta tendencia a la baja, la DGT pondrá en marcha un dispositivo para garantizar la seguridad y fluidez de los desplazamientos, con un operativo que incidirá en el mayor control en las carreteras secundarias, sobre todo de la velocidad, el consumo de alcohol y drogas y el uso del cinturón o el casco.