Hace tres años, 4.800.000 conductores fueron multados por exceso de velocidad con radares. En 2011 el número de multas descendió en un millón, es decir, 3.800.000 multas. Este descenso se debe, según las asociaciones de automovilistas, a la disminución de tráfico, un 10% menos de circulación, a la gran cantidad de obras en las carreteras y a los actos vandálicos.

Aproximadamente un 30% de los radares de tráfico estan anulados por vandalismo y, debido a la cantidad de obras que se están llevando a cabo en las carreteras españolas, en muchos tramos es prácticamente imposible circular a 120 kilómetros por hora.

Muchos usuarios creen que no se debe únicamente a las obras y el vandalismo; sino que achacan el descenso de multas a los avisos de señales y GPS que muchos conductores llevan en sus vehículos. La concienciación por riesgo de accidente y ahorro también tiene que ver en el menor número de sanciones.

Aunque las denuncias por exceso de velocidad hayan descendido, siguen siendo las más frecuentes después de las multas por no llevar el cinturón de seguridad.

Radares sí, pero donde son necesarios
Ponle Freno considera que los radares son valiosos instrumentos al servicio de la Seguridad Vial y por ello ha puesto en marcha una campaña en la que solicita su colocación en los lugares en los que realmente contribuyan a reducir el número de víctimas de accidentes. Esta debe ser su única finalidad: salvar vidas.

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